17 ago 2009

Despertarte y

. 17 ago 2009


·> Despertarte y darte cuenta que todavía podías dormir un par de horas.

Tienes la sensación de no saber bien donde estás, ni el día de la semana que es hoy, por no saber no tienes del todo claro ni siquiera la hora que es. Poco a poco empiezas a sentir que cada una de las partes de tu Ser empiezan a enviarT estímulos y señales para decirte que ya es el momento de ir saliendo despacito del sopor que todavía recorre tu cuerpo e ir tomando consciencia de lo que habías decidido hacer el día de hoy.

Te giras, procurando no destaparte del todo, para mantener parte del calor que te ha acompañado durante la velada, calor con el que en ocasiones has hecho que me apetezca buscar donde te encuentras.

Por momentos vuelves a querer seguir adormilada, con esa sonrisa tan característica, todavía sintiendo lo que en sueños has vivido, por momentos tomas la decisión de volver a la realidad, dejar ese momento de relax.

Es entonces cuando empiezas a dudar.

·Mientras estiras con una lentitud calculada las piernas, mientras intentas abarcar la mayor superficie posible al desentumecer cada músculo, desde las caderas hasta la punta de los pies describiendo un ámplio arco, vas siendo consciente de que no estás segura de lo que tienes que hacer.

Sabes que la rutina, acompañada de ese grado de responsabilidad, son el motivo principal de que te encuentres como estás, indecisa entre seguir descansando o volverte a dormir.

Sabes por la intensidad de la luz del sol, por la inclinación de las sombras que ya es pasado el mediodía, que avanza la tarde, y que si quieres cumplir lo que acordaste hacer, es mejor empezar a moverT.

Sabes que tienes planes para esta tarde, que has quedado en que pase a recogerT quien con frecuencia te hace sentir bien. A quien en ocasiones has sorprendido, a pesar de saber que las sorpresas no es lo que mas agradece :-)

Sabes que de seguir lloviznando así, no pasarán a buscarT, ya que con quien has quedado, para nada sale bajo la lluvia, no por miedo a quedar empapado, sino porque prefiere estar en tu compañía. mientras oye el repiqueteo de las gotas sobre el tejado.

Sabes . .. ...
Recuerdas que anoche cuando llegasT también estaba lloviznando, de ahí las prisas por subir, por estar guarecid@s, saboreando la noche, el aire limpio y fresco, la continuación de la velada.

Recuerdas que aceptó la invitación a compartir la noche estrellada, la Luna Lunera Cascabelera, a seguir en tu compañía hasta ver 'escampar', mientras con los dedos cruzados deseaban que esa lluvia durara hasta el siguiente día.

No Recuerdas haberT despedido, porque no se pudo ir.

Por eso sigue ahí, a tu lado, observándoT, sin quererse mover para no despertarT
Por eso dormiste tan bien.

Por eso no te tienes que terminar de desvelar, porque lo que tenías previsto para el resto del día, lo tienes ya conTIgo.
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