2 nov 2009

Por estar

. 2 nov 2009
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Es posible, que cuando todavía andabas por el lugar que te vio nacer, en una de esas tardes en que después de hacer lo que de antemano sabías tenías que hacer, cuando ya habías preguntado si podías ayudar con alguna cosa más, decidías salir a jugar.

Por lo menos es lo que me ocurría a mi.

Recuerdo que por querer ayudar, por intentar hacer como l@s que eran mayores, en ocasiones me veía en algún que otro berenjenal.
Recuerdo tardes en las que intentabas ayudar a recoger los pollitos de la última camada, que ya estaban empezando a investigar.

En ocasiones eran l@s baif@s que ya aparte de la madre, en cuanto los soltabas, primero iban a comer, pero en cuanto se "jartaban", empezaban a brincar, a hacer cabriolas.

Cuando llegabas hasta la orilla del mar, a veces intentar coger con la manos, los cabosos que se habían quedado en los charcos.

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